Nos dirigiremos al volcán Hengill, donde las centrales eléctricas de Hellisheiði y Nesjavellir aprovechan la energía geotérmica para crear electricidad para toda la capital. Allí, entre las columnas de vapor, haremos una breve parada en una zona geotérmica aislada donde podrá observar más de cerca las burbujeantes aguas termales. En el camino de regreso volamos a lo largo de la línea de fisura continental en el Parque Nacional de Þingvellir, donde es posible ver claramente cómo se está dividiendo
el país.